Muchas veces andamos tan rápido por la vida, cumpliendo con los compromisos del hogar, del trabajo, de los estudios, de nuevos proyectos, que no nos detenemos ni un minuto a valorar y agradecer todo lo que tenemos en nuestras manos, y que simplemente es gracias a la infinita misericordia del Todopoderoso, quien nos ama y nos brinda su abrazo, aún cuando nosotros no le correspondemos a ese amor que él nos entrega día a día.
Él es digno de tener nuestro corazón, de saber que también lo amamos, y que estamos agradecidos del regalo de la vida, y aún más de darnos a través de su hijo Jesús la salvación y vida eterna.
Es tiempo de agradecer, de reflexionar y de reconocer que fuera de él no encontramos la verdadera felicidad, felicidad que en la mayoría de los casos la buscamos en una vida alocada, sin sentido y vacía.
Hoy doy gracias a Dios por amarme, por bendecirme y por darme el mejor regalo: una vida con él. Gracias Dios porque tus promesas se cumplen hoy y todos los días en mi vida. Gracias!!!
1 comentario:
Al igual que tu doy gracias cada noche y cada mañana por todas las bendiciones que me da de manera incondicional...
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