Mensaje de Introducción

El amor nunca deja de ser... es el mejor alimento para el alma. Y es que cuando tenemos amor en nuestro corazón podemos soportar las mas grandes decepciones y las peores injusticias.... el amor es limpio, no tiene manchas, vive en la verdad y se goza de ella. No permitas que el amor muera en ti, cultivalo siempre. Dios te bendiga. CG







viernes, 4 de mayo de 2012

No escondas tus manos



En las últimas semanas he pasado por una serie de situaciones y todas de orden económico, que quizás pudieron traer cierta preocupación a mi vida, sin embargo eso no me ha impedido extender mis manos y bendecir a varios  hermanos.

 A veces nos resulta tan difícil despegarnos de lo material, ¿Pero de que nos sirve estar apegados a algo que no es lo que realmente debe ocupar el primer lugar en nuestras vidas? Si Jesús pagó tan alto precio por nuestra libertad, por qué nos afanamos y nos preocupamos tanto si  sabemos que él es nuestro proveedor, por supuesto para todos aquellos que le aman, y aún así Dios tiene misericordia de quien él quiere tener misericordia.

 Dios muchas veces prueba nuestro amor por el hermano, nuestra fidelidad a él y si reprobamos ya sea por ignorar su voz y a lo que bien nos ha llamado, tarda en llegar su bendición. En estos momentos yo percibo que estoy a prueba, y aún así he visto su mano y su favor sobre mí.

 Hace unos días una hermana de la iglesia se me acercó para decirme que necesitaba que la ayudara económicamente con lo que pudiera para ella pasar la semana. Le confesé que no tenía mucho, porque aún no había cobrado, aunque de todos modos ya el sueldo de esa quincena estaba distribuido entre los pendientes y aún así estaba en déficit, pero eso no se lo comenté. Simplemente saqué los 500 pesos que tenia en la cartera y se los entregué. Ciertamente no sabia como yo resolvería mi problema, pero si estaba confiada de que Dios si lo sabía.

 Al día siguiente retiré el dinero de mi quincena y cobré parte de un dinero que una amiga me debía, llegué a mi casa y separé el dinero para cada pendiente y los pagos que tenia que realizar, justamente me sobraron 500 pesos, dí gracias a Dios por ello, porque  me servirían para desenvolverme hasta que llegue la siguiente quincena.

Al otro día, recibo una llamada del departamento de tesorería de donde trabajo informándome que tenían un cheque de unos viáticos de un viaje al interior que había realizado hacia más de un mes, y la verdad es que ese dinero ya ni pensaba cobrarlo.  Y les cuento que lo celebré regalándome un helado.

 Dios es muy bueno. En mis devocionales de cada día no han faltado mis alabanzas a él, y las infinitas gracias por permitirme ver el sol cada mañana, ni tampoco las peticiones especiales por la restauración de mis finanzas. Dios es más que bueno, es fiel, es Todopoderoso, si nos entregamos a él con un corazón limpio, podremos ver lo invisible, creer lo increíble y recibir lo imposible, y todo eso acontece cuando nuestra fe está puesta solamente en él.

 Por último, no escondas tus manos,  en ellas hay bendición.


Dios te bendiga

CG

martes, 20 de marzo de 2012

Un día decidí...

Cada uno de los seres humanos tenemos la capacidad de decidir, ya sea para bien o para mal.

En los años que tengo de vida he decidido tanto para bien como para mal. Y sin dudas, cuando mejor me ha ido, ha sido cuando he tomado buenas decisiones.
 Como ser humano imperfecto, en ocasiones nos dejamos guiar por nuestro corazón, traicionero a veces, porque allí albergan todos nuestros sentimientos y si no sabemos discernir entre lo que es lo correcto o no, estamos a un solo paso de tomar una mala decisión.
Es importante saber que las cosas no la podemos hacer por nuestro propio esfuerzo, sino con las fuerzas de Dios. Muchas veces nos negamos a escuchar su voz, a seguir su mandato y a hacer su voluntad, porque tenemos nuestros ojos puestos en esas cosas que nos ofrece el mundo y creemos que ahí encontraremos lo que necesitamos para ser felices y andar en libertad.
 …Pero todo hasta un día.
 Y así como en muchos años tomé malas decisiones, que me impidieron tener la paz de la que gozo hoy día, precisamente fue un día cuando decidí limpiar mi corazón de tanta amargura, de tanta soberbia y de hacer lo que me diera la gana, porque creía que mi felicidad estaba en vivir mi vida a mi manera, sin importarme como sufrían mis padres y como se angustiaban al saber que andaba a altas horas de la noche, manejando, tomando alcohol, y expuesta a todos los peligros de este país.
Así que un día decidí entregar mi vida a aquel que con amor me la dio, para que fuese él quien sanará mi corazón, me diera la real y verdadera libertad que andaba buscando, y me amara de la forma tan especial como ahora lo hace y como siempre lo hizo, porque con todo y todo, el nunca me dejó, siempre estuvo ahí, cuidándome como el buen Padre que es.
 Yo comparo mi vida actual con la de antes, y en verdad que me dan ganas de llorar, pero a la vez me regocijo porque he visto como Dios ha tenido misericordia de mí, y sé que no hay un mejor lugar para yo estar que entre sus brazos, Él me lleva a soñar cosas que nunca creí soñar, y me permite desarrollar mi creatividad, a creer cada día más en él, porque su mano nunca suelta la mía, a pesar de las tempestades y de los fuertes vientos, el me asegura en su refugio. Y son muchas cosas la que debo agradecer, pero la más, el que me haya regalado la  vida eterna, por medio de Jesús.
 Y así como un día decidí perderme… también así, un día decidí encontrarme en el único que todo lo hace posible, porque su amor es infinito y eterno. Gracias Dios, eres majestuoso.

lunes, 20 de febrero de 2012

¿Estamos preparadas para el matrimonio?

Como mujeres siempre hemos soñado tener a nuestro lado un hombre que nos ame, nos valore, nos respete, nos cuide y nos comprenda. Que acepte nuestros éxitos profesionales, personalidad, estado de humor, sin cambiarnos y sin moldearnos a su gusto. Pero, ¿Que estamos dispuesta a dar o entregar nosotras?

Siempre he creído que toda gran mujer merece un gran hombre a su lado, y esa gran mujer debe saber que fuimos creadas por Dios para ser una ayuda idónea del hombre, su amiga y compañera. Y que para lograr una buena relación de pareja, debemos dejar a un lado muchas cosas que a través del tiempo por la misma sociedad feminista, que ha ido emergiendo, se han cimentando en nuestras vidas: como el creernos que siempre tenemos la ultima palabra, que somos la superpoderosas y que el hombre que quiera estar con nosotras debe aceptarnos así y punto.

Pero ¿sabes que? La rebeldía, la soberbia, ese espíritu de competencia y de que podemos derribar una montaña sin ayuda de ellos, creando una rivalidad, definitivamente no es el mejor ejemplo que debemos practicar.  Con esto no quiero decir que seamos sumisas, y que nos dejemos dominar y pisotear, claro que no, pero lo que sembramos es lo que cosechamos. Ser tolerantes y brindar nuestro corazón a ese ser sin ninguna condición, comprometidos a cuidarnos mutuamente es lo que enseña la palabra de Dios.

He visto como en los últimos años se ha creado una lucha constante entre el hombre y la mujer actual por determinar quien es más fuerte, y quien es el que debe tomar la decisión final en el hogar ante cualquier situación. Y como siempre ambos entienden que la razón les pertenece.

Si vamos a Efesios 5 del 22 al 24, nos encontramos con esta cita: “Las casadas estén  sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia la cual es su cuerpo y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo”. Pero si seguimos leyendo los cinco versículos siguientes, podemos constatar que el hombre también tiene un mandamiento importante que cumplir, y es que está llamado a cuidar y amar a su esposa, y tratarla con bondad y ternura.

Hermosas y luchadoras mujeres que entregan todo cada día por superarse, y defender su lugar en un mundo tan cambiante y exigente, es importante que sepamos que el matrimonio es mucho más que firmar un documento para cumplir ante la sociedad. Es saber que hay un compromiso mutuo entre el hombre y la mujer de sostenerse y apoyarse, de cuidar el uno del otro y ser cada uno el mejor amigo del otro. Cuando entendamos esto, tendremos la mejor disposición para recibir a ese hombre maravilloso que Dios tiene para cada una de nosotras, y no nos desesperaremos, ni desmayaremos, porque sus promesas se cumplen en nuestras vidas, si le creemos a él.

Y siempre tengamos presente, que en toda relación ya sea de amistad o de pareja, para que sea exitosa debemos sopesar la opinión del otro, sin creernos que siempre tenemos la razón o la última palabra.  Aprendamos a ser tolerantes, esa es la base de una buena relación.

Somos bellas, somos inteligentes, así que mostremos esas cualidades desde lo más profundo de nuestro corazón siendo humildes, y vivamos y disfrutemos el amor, que como fresco rocío llegará a nuestras vidas para llenarnos de felicidad.

Dios les bendiga,
CG.

lunes, 16 de enero de 2012

Tú eres mi sueño hecho realidad…

Siempre supe que vería tu rostro: alegre, soñador y con la mirada del amor, esa que se asoma con gran esplendor cuando dos seres reciben la bendición de amarse eternamente.

Eres todo lo que imaginé, y quizás un poco más. Describirte es como mirar a la naturaleza, perfecta, fresca y llena de vida.

Mi corazón rebosa de felicidad al verte, y tú sonríes, y tu sonrisa me habla, confirmándome que mi gozo también es el tuyo. Que hermoso es vivir un amor correspondido, pero más hermoso es saber que eres el hombre escogido por Dios para mí.

Tú eres mi sueño hecho realidad.

(Este escrito es por adelantado a mi futuro esposo, aunque aún no sepa quien es, ni como se llama, lo que si sé es que será un hombre que llegará para llenarme de felicidad) Y con esto, estoy declarando una de las promesas que Dios tiene para mí, mi esposo, y un hogar bendecido. J

 Dios les bendiga,
Feliz 2012 (primer artículo del año).