El pasado sábado concluí la
lectura del libro “El hombre más rico de Babilonia”, y les confieso que aprendí
muchas cosas sobre finanzas, ahorros, inversiones, etc., pero de todas las
enseñanzas una me impactó en gran manera, está en su capítulo final.
Ese último capítulo nos cuenta
la historia de un hombre que por una mala acción de su hermano, pagó por los
delitos de éste y término siendo esclavo. Lo sorpréndete es como este hombre a
pesar de todas las dificultades en el camino, se traza la meta de ser agradable
ante un posible comprador para no quedar a merced del rey, y ser sometido al
duro trabajo de la construcción de las murallas de Babilonia.
Su deseo de ser un hombre
libre lo llevó a ver el trabajo como su mejor amigo, por eso cuando le llegó la
oportunidad de ser comprado la aprovechó.
“Yo ya estaba desesperando de mi
suerte cuando un hombre gordo y de aspecto amable se acercó al muro y preguntó
si entre nosotros había algún pastelero.
¿Para qué un buen pastelero
como vos necesita un pastelero de calidad inferior? le dije acercándome. ¿No
sería más fácil enseñar a un hombre de buena voluntad como yo los secretos de vuestro
oficio? Miradme: soy joven, fuerte y me gusta trabajar. Dadme una oportunidad y
haré todo lo que pueda para llenar de oro vuestra bolsa”.
Y el siguiente párrafo
narra como el pastelero vio la buena voluntad de este hombre y sus deseos de
trabajar, y lo compró. Para resumir la historia a este hombre le fue muy bien. Aprendió
el oficio, hizo crecer el negocio de su amo, y
aunque en el transcurso de esta etapa se vio en peligro por malas
decisiones de su amo (las mismas que de su hermano), al final logró ser libre y
ser un hombre rico y de trabajo.
Mi motivación de hoy es que
no anhelemos riquezas sin trabajo, el trabajo le hace bien al hombre. Créanme,
no hay nada más satisfactorio cuando haces algo, que otros te reconozcan por lo
bien que lo has hecho, y aún no nos sea reconocido, nuestro deber es hacerlo
mejor cada día.
Muchas de las personas que
me conocen saben que no admito excusas cuando de trabajar se trata. No concibo
que una persona diga que no tiene dinero, porque no tiene un trabajo. Así como
el dinero está hecho, el trabajo también está hecho para aquellos que realmente
desean hacerlo.
Si no consigues trabajo,
crea uno. Hay miles de cosas que puedes hacer. Si eres hombre proponte por
ejemplo ofrecer el servicio de lavado de vehículos a tus vecinos en las noches
o al mediodía si van a su casa a la hora del almuerzo. La mayoría de la gente
no tiene tiempo de pararse en un Car Wash por dos horas, y tú se lo puedes
hacer mucho más fácil. Y dedícate a mirar
tu oficio más allá, puedes tener una amplía cadena de Car Wash a domicilio en
todo el país, y puedes seguir mirando más lejos... Si eres mujer, puedes
ofertar pedicure y manicure a tus amigas y vecinas que tampoco tienen tiempo de
meterse a un centro de belleza y durar todas las horas del mundo, cuando tu
puedes hacérselo en la comodidad de su casa. Y si me dices que no tienes dinero
para hacer el curso, es muy probable que en Youtobe encuentres un tutorial
enseñándote paso a paso como hacerlo, y
si tienes las ganas lo aprenderás sin mayor dificultad. Todo está en tú
voluntad.
Y recuerda ponerle PASIÓN a
lo que hagas. Una buena actitud te puede llevar muy lejos en el camino del
éxito.
No lo dudes, todos podemos.
CG
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