Hay momentos en que sentimos que todo se nos escapa de las manos. Hay desilusión, bruma, cansancio en nuestro ser, y ese vacío que indica que algo nos falta.
Sin embargo caemos en la tristeza, en el abatimiento y no buscamos eso que nos hace falta para que esa necesidad de amor, de llenura y liberación se materialice en nuestras vidas.
¿Qué hacer? Esa es la pregunta cuando estamos dispuestos a cambiar esa dolorosa situación en la que nos encontramos, cuando estamos listos para enfrentar eso que nos aturde, que nos preocupa y no nos permite tener la paz y la tranquilidad soñada, esa que nos regala Dios cuando buscamos dirección de él, cuando le permitimos que él sea nuestro guía, nuestro ayudador y guardador.
Todo lo podemos en Cristo, él es quien nos fortalece, pero tenemos que declararlo así, pedírselo y tener fe. Él aún en su misericordia no puede hacer nada si no le abrimos nuestro corazón, sino hablamos con él por medio de la oración. Él nos escucha y consuela y su lluvia de bendición llega para empaparnos de las mejores gotas, esas frescas que nos refrescan, que nos levantan y nos dan vida.
Saca todo aquello que te dañe, no te quedes con nada, no te dejes controlar por el desanimo, y declara que tu situación cambiará, porque tienes fe en Dios, porque para el que cree todo le es posible, absolutamente todo…
Dios te dice hoy: “No temas, porque yo estoy contigo, no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Isaías 41:10)
Si lo crees, ya tus problemas se han ido.
Dios está contigo. ¡Bendiciones!
CG.
2 comentarios:
Preciosa..parece que escribiste exactamentente cada palabra para mi..mil gracias !!! necesitaba de toodo corazon leer esto....
Te abrazo fuerte! Dios te bendice :)
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