¿Cuál es mi pasión más grande?

Muchos ya conocen de mis dos pasiones: el periodismo y la repostería. Cuando me tocó tomar la decisión de dejar mi trabajo como periodista, luego de casi ocho años como empleada de un importante diario del país, para entonces aventurarme en mi proyecto novedoso de flanes sólo teniendo como motivación el que sería algo propio, y que dejaría atrás la comodidad, el estancamiento y mis propias luchas de inconformidad por el salario que percibía; entendí que eran razones más que suficientes para vencer cualquier miedo y los mismos comentarios de las personas que prefieren apostar a un empleo que a un emprendimiento.

Ayer mientras leía el libro “El mapa para alcanzar el éxito” de John Maxwell, me encontré con una serie de pasos a seguir para iniciar el viaje al éxito. Cada paso está relacionado al pasado, al presente y al futuro. Y en cuanto al pasado Maxwell dice que ningún sueño nace en el vacío por lo que es importante saber cómo la vida nos ha estado preparando para ese sueño. Y de las seis preguntas que él plantea me llamó mucho la atención ésta: ¿Cuál es mi pasión más grande, eso que me gusta hacer tanto que lo haría feliz sin cobrar?

Ante la pregunta comencé a ver varias escenas de momentos cuando me tocó realizar trabajos gratis de periodismo y cuando por gusto y por agradar a alguien le hice un flan o le regalé una mesa de dulces. Quien trabaja repostería sabe que es una labor que requiere de tiempo, dedicación y mucha minuciosidad en la creación y elaboración de cada dulce. Así que no fue nada difícil para mí darme cuenta que mi pasión más grande es ésta, que si tengo que hacerlo sin cobrar de igual manera soy feliz.

No importa lo que hagas, siempre pregúntate si eres feliz. Y recuerda que los sueños sí se hacen realidad.

La enseñanza de John Maxwell

El pasado viernes 13 de noviembre tuve el privilegio de participar en la conferencia Líder 360 º, impartida por John Maxwell, reconocido conferencista y coach número 1 en Liderazgo a nivel mundial, fue una enriquecedora experiencia en donde él nos motivaba a vivir con intención. ¿Qué quiere significar esto? Qué si tenemos un plan, una meta o un sueño no debemos dejarlo a la deriva, si no que debemos trabajar día a día para lograrlo. No solo necesitamos tener buenas intenciones, más bien necesitamos movernos a buenas acciones.

De todo lo que habló y nos enseñó me gustó su regla de 5 pasos para lograr el éxito como escritor. Este hombre a sus 68 años ha escrito 102 libros y tiene más de 25 millones de copias vendidas. ¿Cuál es su secreto? Cada día de su vida de forma intencional, sin importar si está enfermo, si está de cumpleaños o de vacaciones, él lee, piensa, archiva, hace preguntas y escribe.

Estás cinco cosas le han funcionado a él, pero no significan que sean las mismas que nosotros debemos seguir, por eso cuando nos contaba de su experiencia motivó a todo el auditorio a encontrar esas cinco cosas esenciales en el área donde cada uno se desarrolla y en la que desea tener éxito. Maxwell dice que hacer esto es importante, porque lo que decimos determina en gran manera hacia dónde vamos.

Ya luego te compartiré mi regla de 5, ahora piensa tú cual podría ser la tuya. Y recuerda que lo que diferencia a las personas de éxito del resto es una actitud positiva. ¡Vamos a vivir con intención!

Lo que te hace hermosa es tu esencia

En diciembre del año pasado me vi precisada a cortarme todo mi cabello. Tomar la decisión fue difícil, pero luego de 10 meses de lucha interna y de tratar de que se vieran bien aunque no lo estaban, me hizo dar el paso de iniciar por segunda vez un proceso que hace siete años ya había hecho. La diferencia radicaba en que, en aquel tiempo lo hacía para salir del alisado y llevar mi cabello natural (Estaba contenta). En esta segunda ocasión fue por un mal proceso que me hicieron en el salón, un producto que me pusieron (no sé si alisado) que dejó la mitad de mis cabellos lacios y la otra parte medio rizada… Por más que quise ignorar el daño, a los meses el cabello comenzó a partirse y no tuve más remedio que iniciar de cero.

Al principio lo asumí como un cambio de look, pero a las semanas cuando veía mis fotos con mis cabellos rizos largos y hermosos, me frustraba un poco… Y para colmo en marzo tuve el accidente que me dejó mi parpado izquierdo con una cicatriz. Esto significó el no querer hacerme fotos en ninguna actividad a la que asistía con mis amigos… Ellos me preguntaban por qué y yo les decía que simplemente no estaba en fotos (Cosa rara en mí, que me encantan tanto las fotos).

Hay procesos que son difíciles, aunque desde afuera se vea como algo sin sentido. Pero como dice el dicho: “El corazón de la auyama sólo lo conoce el cuchillo”. Cuando sentí que le estaba dando tanta importancia a esto y no disfrutar de los momentos con amigos y familiares, comencé a tratar mi situación con Dios, pues a pesar de que en un principio fue algo doloroso, no podía ser algo eterno. El mes pasado, en agosto, recibí la palabra de parte de Dios que me alentó, él me dijo: “Lo que te hace hermosa es tu esencia”.

Luego de ahí entendí que no importa si me tiño el cabello de verde, morado, rojo o me corte el pelo o me lo deje largo, eso nunca deberá compararse con lo que me hace auténtica, y es lo que hay en mí, que Dios puso en mí. Hoy estoy de pies, porque Dios es mi sustento. Si hay algo que te abate o te detiene a ser feliz, solo mira dentro de ti. Eres especial, no por lo que tienes o exhibes, si no por quien eres.

Y por favor, sueña

A mi me encanta hablar de sueños, de perseverancia, de emprendedurismo, de logros, porque es algo que me apasiona y a la vez me permite crecer. Existen historias que definitivamente marcan a uno para siempre. Anoche escuchando la prédica de mi Pastor sobre los montes que debemos mover y los gigantes que tenemos que derribar para lograr nuestros sueños, recordé la historia del dúo brasileño Zezé di Camargo y Luciano.

Hace unos meses atrás vi la película sobre la vida de estos cantantes, pero el gran protagonista de esta historia es su padre y de hecho la película se llama “Dos hijos de Francisco”. Este hombre, muy pobre, tenía el gran sueño de que sus hijos fuesen músicos exitosos por lo que hace todo lo posible para que así sea.

Ellos vivían en una zona rural del interior del estado de Goiás y allí Francisco siendo un labrador formó junto a su esposa Helena una familia de siete hijos. Francisco, un hombre sin estudios al que sus amigos y familiares llamaban “el loco”, con mucho esfuerzo le compró un acordeón a su hijo mayor de 11 años Mirosmar (Zezé di Camargo, nombre artístico) y junto a su hermano Emival les dio las primeras instrucciones sobre cómo pararse en el escenario, saludar, etc., al mismo tiempo que comienza a presentarlos en diferentes festivales locales de música.

En este largo camino a la fama, suceden muchas cosas. Un abandono obligado de su humilde casita en el campo y un traslado a la capital, Goiania. Sin conocer nada ni a nadie, el padre comienza a trabajar en la construcción mientras la madre cuida de sus siete hijos. Es muy triste ver cómo Mirosmar de 12 años y Emival de 10 años, al sorprender a su madre llorando con su hijo menor en brazos por no tener nada que darles de comer, toman su viejo acordeón y deciden ir por su cuenta a cantar en la estación de ómnibus, en busca de conseguir algo de dinero.

La historia de vicisitudes continúa por largo tiempo, encontrando solamente alegría cuando cosechan, además de algún billete, el aplauso afectuoso de la gente que los escucha. Luego consiguen un representante que se lucra con ellos y justamente es en una supuesta gira donde esta familia es golpeada de la manera más cruel, ya que muere el pequeño Emival en un accidente de tránsito.

Es difícil imaginarse como pudieron sobrevivir a tanto dolor, sin embargo muchos años después ya Zezé siendo un hombre vuelve abrazar su sueño de ser músico y ahí está su padre apoyándole y haciendo todo por él. Es entonces cuando Zezé invita a su hermano Welson David de Camargo (Luciano, nombre artístico) a formar nueva vez el dúo y a grabar un disco, aún con muchas dificultades.

Finalmente, logran que su canción “Es amor” escrita por Zezé para su esposa, sea colocada en la radio. Y este fue un logro de su padre Francisco que un día a escondidas de ellos llevó el disco a una emisora, ya que la disquera que le grabó el disco no le daba esperanzas para el lanzamiento, así que todos los días Francisco llamaba a la emisora haciéndose pasar por diferentes personas y también gastó todo su salario y le entregó monedas a sus compañeros de la construcción para que también llamaran a la radio y pidieran la canción. Esto lo hicieron por muchos días.

Un día reunidos todos en la mesa, se escucha el locutor anunciando la canción que se colocaba en el primer lugar de las 10 mejores de Radio Terra y por supuesto fue “Es amor” de Zezé di Camargo y Luciano. A partir de ahí la disquera lanzó el disco y su éxito es historia, han vendido más de 22 millones de disco.

Es hermoso ver como los sueños se hacen realidad, cuando se persevera y se es constante, cuando se mueven las montañas y se derriban los gigantes que se presentan en el camino. Ellos pasaron por mucho, sin embargo lo lograron. ¿Crees que tu historia es más difícil que la de ellos? Aun así no pierdas la fe. Que si crees en tus sueños los puedes hacer realidad.

La película recomendadísima, a pesar de los golpes, vicisitudes y acontecimientos dolorosos, es muy hermosa e inspiradora. Ten un pañuelo a manos cuando la veas. Y por favor, sueña.

https://www.youtube.com/watch?v=xDjFYQnSaUU